domingo, 27 de marzo de 2016
Día Mundial del Teatro 2016
Anatoli Vassiliev , Russia
¿Tenemos necesidad del teatro?
Esta es la pregunta que se plantean, decepcionados, miles de profesionales del teatro y millones de personas cansadas de él.
¿Por qué lo necesitamos?
Hoy por hoy, el escenario se ha vuelto insignificante en compar ación con las ciudades y los Estados en donde las auténticas tragedias de la vida real se representan cada día.
¿Qué es el teatro para nosotros?
Las galerías y los palcos dorados de las salas, las butacas de terciopelo, las voces elegantes de los actores o – por el contrario - algo completamente opuesto. Una caja negra cubierta de barro y sangre, y una pila de furiosos cuerpos desnudos en su interior.
¿Qué nos puede decir el teatro?
Todo.
El teatro puede decirnos todo.
Cómo los dioses moran en el paraíso, y los prisioneros se pudren en olvidadas grutas subterráneas; cómo la pasión puede elevarnos y el amor, destruir; cómo nadie necesita de la bondad de otro en este mundo; cómo impera la decepción; cómo hay gente que vive en departamentos mientras ni ños se marchitan en campos de refugiados; cómo todos ellos deben regresar al desierto, y cómo día tras día nos vemos obligados a separarnos de nuestros seres queridos. El teatro puede decírnoslo todo.
El teatro siempre ha estado presente y por siempre lo estará. Y desde los últimos 50 o 70 años, se volvió aún más necesario. En efecto, si observamos todas las artes públicas constataremos que sólo el teatro nos ofrece aquella palabra que se transmite de boca a boca, el gesto que va de mano a mano, de cuerpo a cuerpo, la mirada a los ojos.
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