por Ximena Biosca
Desde su estreno hasta hoy, con el mismo protagonista Miguel Angel Solá, pasaron 20 años. Pero lo que que se narra, una historia de amor repleta de ternura y estructurada en dos espacios temporales, es imperecedera. Una meta historia en verdad, la historia de una historia: la emisión de despedida de El Diario de Adán y Eva, ciclo radiofónico de los años 50, que fuera interpretado por Eloisa y Dalmacio, una intelectual española y un actor uruguayo. Paralelamente, en un divertido reportaje cargado de insinuaciones y revelaciones, Dalmacio ya viejo se cruza con una joven periodista. Lo que luce es una bella y sencilla historia de amor, que toma como punto de partida el texto de Mark Twain, pero que tanto Solá como Blanca Oteyza –protagonista de la primera versión- y su director “eterno”, Manuel González Gil, adaptan y trabajan con habilidad de orfebres.
Lo que perdura, enriquecido y pleno de matices es la impactante interpretación que Miguel Angel Solá hace de su Dalmacio. Ese personaje es a Solá lo que La señorita de Tacna fue a Norma Aleandro. Increíbles las metamorfosis en escena, su Dalmacio joven y viejo, su extravagante Adán, tierno, gracioso y freak: en pocos segundos corporiza esos tres/dos personajes de forma magistral y con escasos recursos –pero bien seleccionados- de vestuario y sonido. Movimientos, tonos, miradas, postura, todo dice en Solá más allá del texto.Su composición es de una profundidad estremecedora y emocionante y sus transiciones son perfectas.
Paula Cancio, en el rol que interpretó años atrás Blanca Oteyza, compone a su Eloísa y a su Adriana en forma fresca, cándida y natural. Ayuda su excelente dicción y su gracejo y se la ve con recursos suficientes para ponerse a la altura de su arquetípico coequiper. Se ve una comunión y naturalidad entre ellos que hace que todo fluya entre tanto texto.
La música de Martín Bianchedi y los arreglos de Gerardo Gardelín son preciosos y aportan ritmo a un texto que por momentos parece largo, pero siempre pródigo en el placer de los detalles y el despliegue de Solá en escena.
Ternura y melancolía nos despierta este acuerdo milagroso entre texto e interpretación, cuya pureza lo hace entrar en el terreno de lo eterno.
Hoy: El diario de Adán y Eva de Mark Twain Autor: Solá, Oteyza, González Gil Dirección: Manuel González Gil Elenco: Miguel Ángel Solá (Dalmacio) y Paula Cancio (Eloísa y Adriana) Dirección: Manuel González Gil Música: Martin Bianchedi Vestuario: Pepe Uría Fotografía: Gabriel Machado para Machado – Cicala, Morassut Diseño Gráfico: Lía Parsons Prensa: Tommy Pashkus Asistente de Dirección: Juan Yacar Coros: Clara Terán Realización de Escenografía: Manuel Medina Realización de Vestuario Eloisa: Patricia Teran Realización Vestuario Dalmacio: Personalithy Dis. y Realiz. de Peluca: Mauro Gastón Dis. y Realiz. Aplique: Alejandro Granados Cuidado de Pelucas: Rodolfo Romano y Daniel Ledesma Producción: Manuel González Gil, Jaime Nin Uría.
Teatro Apolo
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