Soy una de las afortunadas. Y si estás leyendo este mensaje probablemente también tú seas uno de los afortunados…
Desde mi primera infancia recuerdo a mis
padres llevándome al teatro; lo veía todo: desde teatro para niños a
musicales, ballets, pantomimas y obras para adultos.
Una experiencia en particular se
destaca. Me llevaron a una función teatral interactiva, donde el
público y los actores iban juntos en un viaje literal y figurado. La
producción se llevó a cabo en una granja situada en un hermoso valle, y
aún hoy puedo recordar la excitación apenas contenida que sentí.
Estaba totalmente metida en la acción y mientras experimentábamos
distintos peligros en nuestro camino, fuimos arrastrados a lo largo de
la una narración en la que todos estábamos jugando un papel vital.
Estaba absorbida por las historias y me sentía profundamente
identificada.
Lo que entendí tan claramente entonces, a
la edad de seis años, era que el teatro tenía una capacidad
profundamente transformadora, algo intensamente colectivo y en el que
todos construíamos juntos su significado.
Desde entonces he tenido la suerte de
disfrutar de muchas experiencias teatrales en diferentes partes del
planeta. Algunas eran prescindibles, pero otras fueron profundamente
impactantes. Y siempre me descubro a mí misma en busca de ese momento de
alquimia donde la realidad es transformada; donde – como una comunidad:
el público-, estamos simultáneamente receptivos a la experiencia, al
tiempo que nos sentimos capaces de construir el significado lo que
estamos viendo junto a los que están con nosotros.
No todos los niños son tan afortunados.
Este año ASSITEJ celebra su 50
aniversario. En este medio siglo de nuestra existencia hemos recorrido
un largo camino, llegado a nuevos continentes y países, salvado
fronteras lingüísticas, sociales, económicas, religiosas, políticas y
personales para garantizar que más niños en más lugares puedan ser tan
afortunados…
Tenemos todavía un largo camino por
recorrer. En los últimos 50 años muchas cosas han mejorado para los
niños de todo el mundo pero todavía hay muchos, muchos desafíos. Como
artistas que apreciamos el poder transformador del arte, a través del
trabajo de ASSITEJ podemos marcar una diferencia y asegurar que más
niños puedan tener estos momentos de gran alcance en empatía y conexión,
momentos que ya no los abandonarán jamás.
Así que únete a nosotros en la
celebración de este muy especial 50 aniversario a través de la campaña
“Lleva un niño al teatro hoy”, garantizando así que cada vez más niños
tengan la oportunidad de experimentar el profundo despertar motivado
por un poderoso encuentro con el teatro.
Porque al final no debería ser una cuestión de suerte….
Yo, Tú, Ellos
El teatro es de vital importancia para todos los niños desde su más tierna infancia.
El arte dramático nos da nuestro primer
acceso a una comunidad fuera de nuestra propia familia y lo hacemos a
través de esos momentos de”Vamos a hacer que somos…” tan típicos de la
infancia. “
“Vamos a hacer que somos…” es
fundamental para desarrollar la imaginación del niño, lo que le permite
crear un futuro imaginario rico y complejo con otras personas…
Porque en el teatro hay un “yo”, el que
“interpreta” o actúa como si los acontecimientos estuvieran sucediendo
de verdad, para que otros, “ellos”, el público, piensen que es real. Y
luego llegamos al “tú”.
Yo, Tú, Ellos
Esta unidad de “tú y yo” en el escenario
es tan fuerte que crea un “nosotros” en lenguaje secreto. La
participación en el hecho teatral como espectador o, como el gran
realizador de teatro brasileño Augusto Boal diría, “Espec / actor”, es
en cualquier caso sobre el hecho de unirse y aceptar lo imaginado igual
que hicimos en nuestra infancia.
Un niño se da cuenta de que existe su
mundo a través de un juego que juega con la realidad. Y un niño sólo
puede aprender de los pequeños momentos de la experiencia porque aún no
es consciente de los patrones, las reglas y los dogmas…
Yo / Tú / Ellos…
Entonces alguien más, que los adultos llaman “el otro”, llega al escenario para interpretar “conmigo”.
“Ellos” tienen que creer en la Belleza,
deben soñar y ser transportados lejos de la realidad del resto de la
humanidad. Este “Ellos” no hace la guerra, trata de entender el mundo.
“Ellos” deben sentarse en silencio, paralizados por la misma luz
deslumbrante creada por este tú y yo, que es en sí mismo tan
perfectamente equilibrado en su relación, el uno por el otro, que
incluso la violencia “no es de verdad.” Y toda esta “farsa” y este
“hacer creer” es el mejor proceso educativo que un niño puede
disfrutar.
“Yo /Tú / Ellos …”
Es un poco como un conjuro mágico: “Abra-ca-Dabra” o “Uno, dos, tres ¡ya!”
Así el niño podrá tener mejores sueños y el adulto podrá entender mejor…
Salvo que en realidad es al revés…
Es porque ASSITEJ entiende esto que las
dos nos sentimos honradas de ser mensajeras de la esperanza, la
juventud, el arte y la educación y somos capaces de presentar
oficialmente esta celebración con orgullo. Esperamos que al unir fuerzas
seamos capaces de transmitir a las generaciones futuras la importancia
de aprender a través del arte del teatro, y promover un mundo mejor
basado en la paz, el respeto y la justicia social.
Malala Yousafzai, Nobel Peace Prize 2014
Guila Clara Kessous, UNESCO Artist for Peace
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